Elija la cafetera perfecta para usted

¿Quiere tomarse en casa un espresso tan bueno como el del bar? Averigüe qué cafetera se adapta mejor a sus necesidades. Las máquinas automáticas muelen el café, lo prensan y dosifican, y le permiten elegir entre muchos tipos de bebidas diferentes, mientras que con las máquinas manuales tiene que ocuparse usted de la preparación. Si quieres un café “americano”, puedes elegir una cafetera de filtro; si eres un amante del típico café italiano, la moka es la máquina adecuada para ti. Por último, tenemos las máquinas de palanca que te permiten sacar tu propia taza de café.

MÁQUINAS DE CAFÉ AUTOMÁTICAS

Una cafetera automática permite gestionar automáticamente todo el proceso de preparación del café, desde la molienda de los granos hasta la bebida.

Una de las principales características es la presencia de un depósito de agua integrado con un sistema de termobloqueo para hervir rápidamente sólo la cantidad de agua necesaria para la preparación, que luego se envía mediante una bomba al infusor para la extracción del café.

Otra característica es la integración de un sistema para moler los granos y preservar así el aroma.

Los productos más modernos están equipados con paneles de control táctiles y pantallas LCD que facilitan y hacen más intuitiva la preparación y personalización de una amplia variedad de bebidas.

Lo primero que hay que hacer tras encender la máquina es llenar el depósito de agua y el recipiente de café en grano. A continuación, basta con seleccionar la bebida deseada a través de la pantalla táctil y personalizarla en duración, temperatura e intensidad del sabor.

Algunos modelos también ofrecen la posibilidad de utilizar monodosis de papel E.S.E. que se introducen en el portafiltro clásico.

Para salvaguardar el uso de la cafetera a lo largo del tiempo, es necesario realizar operaciones de limpieza. Limpie con frecuencia las partes internas como la bandeja recogegotas, el contenedor de posos de café y el depósito de agua.

Se debe prestar especial atención a los tubos de conexión de la leche a la varilla de vapor, mientras que las partes externas se deben limpiar con un paño suave.

Por último, es necesario iniciar el ciclo de encalado, que la máquina realizará automáticamente cuando sea necesario, procurando un producto adecuado.

Los diferentes diseños permiten que las máquinas se adapten a cualquier tipo de cocina y ahorren espacio. La personalización de las bebidas y el ahorro de tiempo en la preparación de un café como el del bar, junto con la facilidad de limpieza, son las ventajas de las máquinas automáticas.

MÁQUINAS DE CAFÉ MANUALES

Las cafeteras manuales están diseñadas para ser utilizadas por amantes del café, personas que prefieren hacerlo todo con sus manos: elegir la mezcla adecuada, dosificar, prensar el café.
Con una cafetera manual puedes experimentar, ponerte a prueba y mejorar tus habilidades día tras día.

La característica principal es la presencia de un portafiltro donde puedes poner el café molido y dosificado por ti. Con un clic o girando un mando puedes iniciar y luego detener la preparación del café a voluntad. A continuación, la bomba especial extrae el café de forma natural para obtener un espresso tradicional y cremoso.

Para garantizar un funcionamiento perfecto a lo largo del tiempo, hay que prestar atención al mantenimiento y a la limpieza. Elija cuidadosamente agua filtrada, limpie las piezas desmontables como el depósito, el portafiltro y el vaporizador.

MÁQUINAS DE CAFÉ DE CÁPSULAS

Las cafeteras de vainas y de cápsulas funcionan de forma muy similar, el agua se pone rápidamente a temperatura en la caldera y es aspirada por una bomba que la envía a presión hasta el infusor, que realiza la misma tarea para ambas pero con un sistema diferente.

En un caso perfora la superficie de la cápsula con una aguja e inyecta el agua hirviendo en su interior, mientras que en el otro hace pasar el líquido caliente a través de los poros del filtro de papel de la vaina.

El resultado es un café de sabor y cremosidad comparables.

Son las máquinas más prácticas porque para preparar un espresso sólo hay que introducir la cápsula y esperar unos segundos a que se caliente el agua y pulsar un botón para empezar a preparar el café.

El depósito es fácilmente extraíble para introducir agua y para su limpieza y disponen de desconexión automática tras unos minutos sin uso.

El único truco para un funcionamiento perfecto a lo largo del tiempo es un ciclo periódico de descalcificación.

Por último, si le preocupa especialmente el medio ambiente, las monodosis E.S.E. son totalmente reciclables gracias a una carcasa de papel filtro poroso como la de las bolsitas de té, en lugar de ser de plástico o aluminio como las cápsulas, y además cuestan menos.

MÁQUINAS DE PALANCA

Las cafeteras de palanca son una forma original de preparar el café. Es usted mismo quien, mediante una palanca, tendrá que bombear y generar la presión necesaria para preparar su bebida. Tendrás que controlar todos los aspectos, desde la molienda de los granos, la cantidad correcta a elegir, hasta la presión a aplicar y el tiempo de extracción adecuado.

Estas máquinas son un poco complicadas y requieren mucha atención y tendrás que cogerle el truco, pero una vez que perfecciones tu técnica conseguirás un café mucho mejor que cualquier otro.

El funcionamiento es como el de las máquinas automáticas, una vez que el agua se calienta en la caldera, recorre una intrincada serie de tuberías hasta llegar al brazo. Cuando el ‘barista’ baja la palanca, ésta alcanza el portafiltro donde reside el café en polvo.

Los principales aspectos a controlar en la preparación del café espresso son la presión y la temperatura del agua, que deben cumplir unos parámetros precisos. En algunos modelos existen indicadores para tener un mayor control sobre la presión durante la extracción.

Otro detalle fundamental es la densidad del café en polvo, es decir, lo finamente que se muelen los granos, así como la cantidad que se presiona en el portafiltro.

Esto es así para que, durante la extracción, el agua pueda atravesar el café en polvo sin dificultad.

Si eres de los que quieren explorar y disfrutar plenamente de la experiencia de un auténtico café espresso, las cafeteras de palanca son para ti.

Tienen un aspecto clásico y su diseño las hace estéticamente atractivas para exponerlas en la cocina.

Su funcionamiento mecánico las hace más resistentes al paso del tiempo y al desgaste de los materiales, al tiempo que mantienen altos niveles de rendimiento y calidad del producto.

MÁQUINAS DE CAFÉ DE FILTRO

El funcionamiento de las cafeteras de filtro hace uso de un filtro que actúa como pasamuros y crea una infusión caliente con agua. Al caer desde arriba, ésta atraviesa el filtro con el café hasta el recipiente situado debajo.

Para preparar un buen café, hay que empezar por medir cuidadosamente la cantidad de polvo que hay que poner dentro. Para aproximadamente 180 mililitros de agua se recomiendan 65-70 gramos de café recién molido. A continuación, vierta el agua en el recipiente especial del interior de la máquina.

La molienda es un aspecto muy importante para el sabor del café, con un grano más grueso el sabor será más débil mientras que con un grano más fino será amargo.

Filtrar la bebida por gravedad no permite el paso de las partículas y no favorece la extracción completa de todos los componentes aromáticos del café.

El resultado es una bebida rica en cafeína, gracias al proceso más largo, pero carente del cuerpo y la cremosidad típicos del espresso debido a la ausencia de presión.

Una última recomendación, el café de filtro debe saborearse lentamente y en una taza grande.

MOKA

La cafetera moka es la cafetera clásica que todo el mundo tiene en casa y es muy sencilla de manejar. Tiene una forma inconfundible, dimensiones según la capacidad y está fabricada en acero inoxidable o aluminio; consta de dos partes atornilladas, a saber, el compartimento inferior en contacto con la fuente de calor y que se llena de agua y el superior por donde sale el café.

La magia de la moka reside en su proceso de extracción de 3 cámaras.

Colocada sobre una placa calefactora, la moka necesita agua (fresca) en la caldera inferior. Arriba, el café molido se coloca en el filtro entre el agua y la olla.

Cuando el agua de la cámara inferior hierve, el potente vapor provoca una presión de unas 2 atmósferas que empuja el agua hacia arriba a través del café molido en el filtro y hacia la cámara superior, creando una extracción suave y aromática.

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