Fundada en 1925 por un experto belga en fundición de metales y otro, también belga, experto en esmaltado, Le Creuset vio nacer su primera fábrica al norte de París. La primera cocotte tenía el color naranja que todavía caracteriza una olla icónica como la de la marca francesa. La fundición vitrificada hace que los productos de esta empresa sean eternos y con las máximas prestaciones. La creación de los productos sigue un cuidadoso proceso de vitrificación del hierro fundido y esmaltado interior y exterior, lo que los hace únicos y aptos para cualquier tipo de cocción. La artesanía de esta marca se integra con la calidad y el diseño que la convierten en una marca icónica conocida en todo el mundo.